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La frustración constituye un nuevo acto revolucionario pero discreto encarnado por Etienne de Swardt. La frustración esta ligada a la experiencia de la vida, la necesitamos, es la hermana del perfume. Toma al dar, como un deseo nunca colmado o un gozo iniciado pero nunca terminado. La frustración excita e irrita, como un ron que se mezcla con especias cálidas y poderosas como el comino y la canela. Arrastra y humilla, como una regresiva vainilla que se duplica en una esencia y un absoluto. Nos sumerge en una insaciable búsqueda de resolución, pero la bipolaridad del fondo castaño-vetiver nos genera dependencia. Una fragancia que nos hace siempre querer más, para vivir con pasión el recuerdo de una ausencia
Notas de Salida: Canela, comino, nardos
Notas de Corazón: Cistus, vainilla
Notas de Fondo: vetiver bourbon, guaiac wood